viernes, 9 de febrero de 2007

Kilo, mega, giga... ¡Y sexo, sexo, sexoooo!


Los escasos y pacientes lectores sabrán perdonarme la reiterada colgada (¿se dice así? Blogueros, ilustradme) de horrores de prensa, pero es que, uno, veo casi todos los periódicos caraqueños en la mañana, y dos, esa gente con sus ocurrencias no me da descanso.
"La tiene fácil", dirá más de uno, visto que el Últimas Noticias y el Vea parece que dan mucha discrecionalidad a sus correctores. No crean. También en los dos "grandes" (El Nacional, por cierto, viene retrasando su cambio de formato, no sé yo a santo de qué) dejan colar de vez en cuando sus divertidos typos, gazapos y travesuras de duendecillos.
El caso que me ocupa ahora, además, ni siquiera estoy seguro de que haya sido error. Verán: el tema del artículo, la pornografía, no es de mis más conocidos o explorados. Y si es ciberporno, menos aún: hay quien dice que es muy popular, incluso me aseguran que internet está llena de pornografía. No me consta, tendré que investigar...
Y mientras averiguo, aventuro la hipótesis de que tal vez, por tratarse de sexo y esas cosas, las unidad de medida de cantidad de información es radicalmente distinta. De hecho, la escogida acá tiene un no-se-qué de erótica, sexual. Léanla nomás. Tirabyte. Suena hasta lógico.
¿Cuáles serán las restantes, me pregunto? Abolido el terabyte, seguro que los demás órdenes de magnitud cambiaron a su vez. Y si no, pues propongo: byte, onabyte, felobyte y cunnibyte, por debajo (del tirabyte, malpensados. O antes, por lo del foreplay), Y por arriba (¡upa! O para después del tira...), pues singabyte, tetabyte y acabyte...
Gracias al UN (y a EFE, fuente de la nota) por ampliar, a varios tirabytes, mi capacidad. De asombro.